Espacios de infancia en la crisis de la modernidad : memoria y ficción

  1. LÓPEZ VARAS, MARIA LUISA
Dirigida por:
  1. Eugenia Popeanga Chelaru Director/a
  2. María Dolores Picazo González Directora

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 24 de marzo de 2023

Tribunal:
  1. Lourdes Carriedo López Presidenta
  2. Alba Diz Villanueva Secretario/a
  3. Ángel Clemente Escobar Vocal
  4. Brigitte Leguen Peres Vocal
  5. Rosa de Diego Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objeto de estudio de esta tesis es la representación literaria de la infancia desde la perspectiva de la edad adulta, enfocando de manera preferente su proyección en el espacio, como elemento articulador de las relaciones entre memoria y ficción. Partimos de un concepto de espacio en el que confluyen dimensiones físicas, sociales y simbólicas. Desde esta concepción relacional, la investigación tiene como objetivos la identificación y descripción de los espacios de representación de la infancia, el análisis de la experiencia subjetiva del niño en dichos espacios y la observación de algunas de sus variaciones en diferentes momentos críticos de transformación social y cultural en la historia reciente. El corpus literario de referencia se compone de un total de ocho obras publicadas en diferentes países del ámbito europeo entre las décadas centrales el siglo XX y el comienzo del siglo actual, seleccionadas en función de su focalización en el tratamiento del espacio y la incorporación de la experiencia infantil en momentos de crisis o cambio social. Incluye autores de diferentes generaciones, géneros y países, entre los que se encuentran Mª Luz Melcón, Rubén Gallego y Sara Mesa, Gunter Grass y Mircea Cartarescu, Rafael Sánchez Ferlosio, Raymond Queneau y Florina Ilis. Para el abordaje metodológico se delimitan tres grandes ámbitos espaciales, diferenciados en función de su grado de apertura y/o clausura frente al exterior y de la amplitud de movimientos posibles. Los internados institucionales representan el cierre máximo frente al exterior, los viajes infantiles la mayor apertura de trayectorias posibles y, en los espacios habitados de la casa y la ciudad, se desarrollan las relaciones de reciprocidad entre lo interior y lo exterior, lo privado y lo público. Tras el análisis realizado, destacamos las siguientes conclusiones: En los internados, se evidencia el funcionamiento de un microcosmos marcado por el choque entre el aislamiento y la rigidez funcional del espacio y, por otra parte, la intensidad emocional de una experiencia infantil que desborda sus fronteras. La sexualidad y la violencia son las fuerzas pulsionales dominantes en la transformación de la arquitectura institucional. La casa y la ciudad se presentan, desde la perspectiva infantil, como espacios afectivos y conectados entre sí por una relación especular en la que juegan un papel determinante las relaciones con las figuras paterna y materna. Las experiencia física e imaginaria de niñas y niños, generan un tejido de líneas de intersección que desdibujan las distancias entre espacios públicos y privados. A su vez, los conflictos políticos de la esfera pública se introducen en el universo doméstico, marcando traumáticamente la memoria de infancia y vida familiar. Por último, los tres viajes analizados constituyen tres tentativas infantiles diferenciadas de ampliación de las dimensiones y descubrimiento y de otros espacios posibles. Los recorridos nómadas de Alfanhuí a través de paisajes diversos, la inmersión de Zazie en la ciudad de París, o la escapada colectiva de los protagonistas de La Cruzada de los niños en busca de un espacio utópico, suponen la apertura a la experimentación, el juego y los aprendizajes heterodoxos, el desafío a la racionalidad del orden urbano y la denuncia de la desconexión entre adultos y niños en las sociedades posmodernas. En todos los espacios analizados, la memoria de infancia aparece marcada por la violencia política, las diferencias culturales y la desigualdad social. La escritura literaria vuelve sobre esas fracturas para generar un espacio de empatía, apertura sensorial y restablecimiento efímero de la conexión entre adultos y niños.