Sexualidad y construcción de lo femeninouna contribución de perspectiva de género al estudio de la producción libertina francesa

Resumo

Las Luces francesas es una de las etapas históricas que más interés despierta entre distintos especialistas e investigadores universitarios de todo el orbe, principalmente por su relevancia en la reescritura sociopolítica y moral de la modernidad. Sin embargo, los ingentes estudios, firmemente delimitados dentro de disciplinas consideradas estancas, carecen en su mayoría de la transversalidad necesaria para posibilitar nuevas problematizaciones, actualmente de imperiosa necesidad. Una revisión epistemológica de la Historia que contemple una aproximación multidisciplinar y, sobre todo, sexualizada, es imprescindible no solo para comprender la verdadera complejidad de las Luces, sino que estas nuevas conclusiones se resuelven indispensables en los estudios de género. Por su parte, esta disciplina, inicialmente transversal, requiere de un nuevo enfoque crítico que aúna las perspectivas sociohistóricas y filosóficas así como de crítica literaria y artística, y ello bajo una dinámica comparatista que supere fronteras disciplinarias, cronológicas y también espaciales. En dicho escenario, el libertinaje y la novela erótica francesa aportan un elemento fundamental en la crítica de género: evidencian la crisis de la subjetividad sexual, por un lado situada en la relación individuo-Estado, por otro anclada a la relación entre los sexos. En ambos casos, el sexo nos acerca al pensamiento francés de las Luces, al germen de la individualidad moderna, y cabe por ello considerarlo un activo político que se extiende hasta nuestros días. El denominador común de ambas correspondencias radica en el imaginario erótico del siglo XVIII, un paradigma ficcional que recoge la voluntad social de libertad a través de los recursos literarios, confeccionando con ellos un ideal de tendencia libertina, y «libertaria», contraria a una organización sociopolítica que restringe y condiciona la identidad de los individuos. El ejercicio literario, inspirado por la nueva filosofía, se concentrará en construir un discurso performativo basado en el deseo y el cuerpo como principios de la subjetividad. En base a estos criterios, se presenta un corpus lo bastante amplio como para obtener conclusiones que representen el lazo existente entre la filosofía, la literatura y el imaginario performativo de las Luces, concebido desde La Mettrie, Rousseau o Diderot, hasta Marivaux, Crébillon, Boyer d’Argens, Laclos, Constant o Cleland, reservando un lugar especial a la escritura femenina como Madeleine de Scudéry, Suzanne G. de Morency, Manon Roland o Mary Wollstonecraft.