Viajeros románticos a oriente. Delacroix, Flaubert, Nerval

  1. Soriano Nieto, Nieves
Dirigida por:
  1. Francisco Jarauta Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 27 de noviembre de 2007

Tribunal:
  1. Marc Augé Presidente/a
  2. Antonio Campillo Meseguer Secretario/a
  3. Juan Bravo Castillo Vocal
  4. José María Pozuelo Yvancos Vocal
  5. Patricia Almarcegui Elduayen Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 140640 DIALNET

Resumen

A la hora de tratar una época, las formas de la cultura, desde el punto de vista de la Filosofía de la Cultura, así como de la Historia de las Ideas, resultan de especial rele-vancia para conocer cómo era el pensamiento en un período histórico concreto. En este universo, resulta de especial relevancia la mirada que cada época histórica traslucía so-bre la alteridad, Oriente, lo que está más allá de las fronteras propias. Dentro de las formas de interpretar al otro, el Romanticismo, como época histórica y de pensamiento, resulta de especial relevancia. En la cultura inmediatamente anterior, la Ilustración, la mirada del Otro pasaba por la cuestión de la objetividad, que iba unida a la Razón y la Ciencia de la época. Para ésta, aquello que un viajero producía tras un viaje describía de manera fehaciente y real lo que existía en ese Oriente visitado. Esto podía producir, como lo ha señalado el orientalismo heredero de Edward Said, que la mirada hacia la alteridad, en tanto que objetiva, tuviese la posibilidad de ser manipulada en uno u otro sentido, llegando incluso a justificar políticas de domino. El Romanticismo, heredero desde el punto de vista histórico de unas condiciones negativas con respecto al proyecto ilustrado a partir del gobierno posterior a la Revolu-ción de 1789, desarrolla una forma de vivir el viaje que habla de las condiciones cultu-rales y de pensamiento de los románticos. Para ellos, como viajeros a Oriente, se modi-fica la mirada a la alteridad. Ésta, acompañada de la subjetividad romántica, ya no pasa por una objetividad descriptiva de Oriente, sino que habla de la verdad de las vivencias, recuerdos y sensaciones del viajero al vivir la alteridad. Y ésta sirve, para un viajero romántico, que, como romántico, habiendo visto caer los valores culturales de su época, necesitaba crearse nuevos modelos, como uno de ellos -otros se basaban en una visita a las condiciones del Clasicismo no canónico- para pensar la s