La narracion policiaca en lengua francesaantecedentes (edgar allan poe) y desarrollo (gaboriau y continuadores); el "roman policier" tras la segunda guerra mundial y la eclosion del "polar". Autores y tipologia (textos traducidos)
- Miguel Ángel García Peinado Director/a
- Ángeles García Calderón Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Córdoba (ESP)
Fecha de defensa: 05 de junio de 2009
- Ricardo Redoli Morales Presidente/a
- Manuela Álvarez Jurado Secretaria
- Vicente López Folgado Vocal
- Nicolás Campos Plaza Vocal
- Rafael López-Campos Bodineau Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El trabajo en cuestión realiza un profundo estudio de la narración policíaca en lengua francesa, ofreciendo una visión histórica de un tipo singular de novela, determinada por una serie de características que la hacen inconfundible, fácilmente reconocible e indiscutiblemente popular. El análisis comienza con un estudio genético del nacimiento de este género partiendo de los precursores, autores ingleses de novela gótica de finales del siglo XVIII, (no olvidemos que aún habiendo creado ramificaciones originales, este tipo de narración, casi siempre ha evolucionado de la mano del modelo anglosajón) y los antecedentes del "roman policier", en concreto, de Edgar Allan Poe, universalmente reconocido como el creador de la novela policíaca, con sus tres novelas, The Murders in the Rue Morgue, The Purloined Letter y The Mystery of Marie Rogêt, en las que dará vida al mítico Caballero Auguste Dupin. Este estudio genético del nacimiento de las obras basado en las influencias citadas, pasa posteriormente a un estudio diacrónico dividido en dos etapas, la primera donde se analizan los inicios del "roman policier" en Francia, comenzando con Émile Gaboriau, considerado el padre de la novela policial del país galo y un estudio pormenorizado de su obra a través de sus dos grandes protagonistas, los detectives Tabaret y Lecoq y continuando con los dos representantes franceses del género policíaco a primeros del siglo XX: Gaston Leroux y Maurice Leblanc. El primero, en Le Mystère de la chambre jaune y Le Parfum de la dame en noir, une un asunto criminal con un drama familiar, de tal manera que su investigador, Rouletabille, llega a ser el tema de una búsqueda edípica. En cuanto al segundo, Leblanc, elabora su obra de modo muy parcial dentro del marco de un relato de detección. Con el "gentleman-cambrioleur" Arsène Lupin, crea una síntesis de los héroes míticos de la literatura del siglo XIX, tales como Vautrin, Jean Valjean, D'Artagnan, Philéas Fogg y Cyrano de Bergerac. Tras la Segunda Guerra Mundial, el "roman policier" reúne a autores muy significativos del género, como Georges Simenon (que gracias a las setenta y tres novelas protagonizadas por el detective de su creación, Maigret, publicadas entre 1929 y 1973, revitalizará el relato policíaco debilitado en los años treinta, recargándolo de vida humana y color atmosférico), o Léo Malet (que en su obra Les Nouveaux Mystères de Paris, sitúa el ciclo principal de las investigaciones de Nestor Burma, logrando así, una unión sutil entre una intriga de tipo chandleriano, una manera descriptiva enriquecida con la topografía parisina y un estilo trabajado por las figuras de la poesía surrealista), pasando por autores de la talla de Albert Simonin, Auguste Le Breton o José Giovanni, maestros del lenguaje argótico propio del hampa y del ámbito penitenciario, que realizan un retrato desalmado del mundo de los truhanes y los presidiarios. Basándose en estas premisas, el análisis centra su atención sobre las principales figuras del denominado "polar", donde se multiplican los intercambios de temas vistos desde prismas diferentes (Jean Amila y el proletariado; Didier Daeninckx, un autor "engagé"; Thierry Jonquet y la sátira político-social; Alain Camille -A.D.G.- y la sensibilidad de extrema derecha, etc.), de procedimientos de escritura y reinvención de intrigas (Jean-François Coatmeur, Roger Borniche con su biografía-ficción, Pierre Siniac, presentando desenlaces sorprendentes, Sébastian Jarpisot y su equilibrio entre técnica y sensibilidad literaria...) y la creación de personajes complejos, misteriosos, cuya perturbadora psicología enriquece aún más el suspense y donde los asesinos, comparten el protagonismo de comisarios de policía y detectives, ellos, a su vez, sumidos en vidas enturbiadas por el dolor y el sufrimiento de experiencias vividas, que distan mucho de sus clásicos antepasados, en los que reconocíamos inteligentes investigaciones, llenas de lucidez, y en las que el análisis minucioso y razonado, no dejaban lugar a dudas sobre la identidad del asesino. En la conclusión dejamos constancia de que el estudio de cada uno de los autores analizados en este trabajo viene enriquecido con la traducción al español de unos cuarenta textos, de todos los autores y sus obras más representativas.