El error en traduccióndel estudio del producto al estudio del proceso
- TOLOSA IGUALADA, Miguel
- Fernando Navarro Domínguez Director/a
Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 30 de mayo de 2009
- Francisco Torres Monreal Presidente/a
- Pedro Mogorrón Huerta Secretario
- María Amparo Olivares Pardo Vocal
- Mercedes Tricás Preckler Vocal
- Cecilia Hare Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El error en traducción: Del estudio del producto al estudio del proceso La investigación sobre el error en traducción ofrece probablemente una de las percepciones más ricas y claras de lo que ha sido y es la evolución de la traductología contemporánea. Efectivamente, los trabajos que hemos podido consultar a la hora de elaborar la presente tesis dan fe de una progresiva transmutación en la concepción del fenómeno, toda vez que el error es abordado desde un punto de vista lingüístico, textual, discursivo, funcional, etc. Sin embargo, hay dos aspectos que, de entrada, deben ponerse de manifiesto: los primeros trabajos que, de manera indirecta, abordan el error en traducción desde un punto de vista científico datan de finales de los años 70 cuando, en realidad, el nacimiento de la traductología moderna suele situarse a finales de los años 50 (Vega, 1994: 53). Detectamos, pues, un retraso de unos veinte años, lo cual nos invita a la reflexión. El segundo aspecto importante, bajo nuestro punto de vista mucho más importante, deriva del hecho de que la cuasi totalidad de las contribuciones consultadas abordan el error desde la perspectiva del producto, es decir, de la traducción como resultado. En efecto, al analizar los tres ejes sobre los que se sustentan los objetivos generales de nuestra investigación, a saber, las definiciones, las taxonomías y los tratamientos pedagógicos del error en el ámbito de la traducción, nos damos cuenta de que el producto siempre ha recibido una atención especial en detrimento del proceso. Ahora bien, con el fin de contar con una visión más amplia del fenómeno y tratar así de completar, siquiera sea provisionalmente, estos tres ejes, consideramos necesario y conveniente estudiar igualmente el error desde la perspectiva del proceso. Para ello, concebimos y llevamos a cabo una experimentación en la que quince informantes (3 estudiantes de secundaria que se encontraban en su último año de estudios y a los que les gustaría realizar los estudios de traducción al ingresar en la universidad, 9 estudiantes universitarios que realizaban estudios de traducción en la Universidad de Alicante, divididos en tres niveles: inicial, intermedio y superior, en función del curso en el que se encontraran en el momento de realizar la experimentación, y tres profesionales par los que la traducción era la primera fuente de ingresos) tenían que traducir tres textos de unas 250 palabras (2 textos periodísticos de actualidad y un texto de vulgarización científica). Sin que lo supieran, gracias un programa de captura de pantallas, se grabaron las acciones (Ergonomiazación, lectura parcial y/o íntegra, traducción, pausa, modificación-corrección, revisión parcial y/o íntegra, consulta en diccionarios, consulta en Internet) que componían su proceso de traducción (es lo que denominamos proceso ejecutivo). Dicha experimentación nos proporcionó un corpus de naturaleza doble: un corpus textual compuesto por los 45 textos traducidos (producto) y 45 videos que contenían las acciones desarrolladas por los informantes a la hora de traducir (proceso ejecutivo). Con vistas a evitar la subjetividad en la determinación de los errores encontrados en los textos traducidos, contamos asimismo con la colaboración de otros tres profesionales de la traducción cuya misión fue detectar y señalar en el producto los errores cometidos por los sujetos analizados. De este modo, estudiamos dichos errores a partir de tres análisis complementarios: a) análisis del producto, b) análisis del proceso, c) análisis del producto-proceso Ello nos permitió poner a prueba nuestras tres hipótesis exploratorias de partida, a saber, a) los errores de traducción no siempre se producen por una aptitud deficiente, insuficiente o inexistente (lingüística, extralingüística, etc.) del sujeto. b) los errores se producen frecuentemente por una actitud deficiente, insuficiente o inexistente por parte del sujeto al enfrentarse al "hecho traductológico". c) las características del texto que se debe traducir (en las que incluimos sus dificultades, problemas, etc.) no siempre son el origen del error. A la luz de este triple análisis, establecemos una distinción entre dos familias de errores que nacen de la observación del producto y del proceso ejecutivo de los participantes en el experimento. Se trata de los errores de brote presintomático y los errores de brote postsintomático. La ventaja, creemos, de la propuesta estriba en el hecho de plantear dos grandes conjuntos o familias de errores cuya esencia no radica ya exclusivamente en aquello que se manifiesta en el producto, en el texto traducido, sino en el texto en desarrollo, en el proceso ejecutivo. En esta misma línea de pensamiento, al comparar las actuaciones de los profesionales y de los traductores en formación, nos damos cuenta de una serie de diferencias comportamentales que nos llevan a plantear la hipótesis de la existencia de un doble perfil resolutorio en los estudiantes: el del estatismo y el del caos resolutorio. El análisis de estos dos perfiles y la aparición de errores como consecuencia de una actuación automática o controlada por parte de los informantes nos conducirán a estudiar un fenómeno que denominamos "paradoja del automatismo". Postulamos, además, que la metodología utilizada para estudiar el proceso ejecutivo de nuestros informantes resulta aplicable al campo de la formación de traductores profesionales. Efectivamente, teniendo en cuenta los resultados obtenidos en la experimentación, sin por ello dejar de ser cautos a la hora de generalizar en exceso las afirmaciones que de ella derivaban, propusimos un modelo de tratamiento del error en traducción basado en la teoría metacognitiva y que tenía como objetivo sacar el máximo partido a las nuevas tecnologías y hacer del error un verdadero motor de aprendizaje.